miércoles, 25 de marzo de 2009

Una denominación religiosa fuera de lo común

http://www.obuuc.org/update/sermons/AnUncommonDenomination--TonyLarsen.pdf
http://www.uuhispano.net/textos/Fuera_de_lo_comun.PDF


© 2003 Revdo. Dr. Tony Larsen, Todos los derechos reservados
(Trad. de Francisco J. Lagunes G.)



Cuando era yo un niño y John F. Kennedy (1917-1963) era candidato a la presidencia de los EUA, se hablaba mucho de de su catolicismo romano y la gente decía cosas como, "Si Kennedy es elegido, el Papa se mudará a los EUA y asumirá el control del país". Nunca antes había habido un católico en la Casa Blanca, así que había mucho miedo. Bueno, poco después del triunfo de Kennedy, una mujer en Kansas acude a su oficina local de correos para comprar algunas estampillas. Y cuando pidió estampillas con valor de 50 centavos, el empleado le pregunta "¿De qué denominación?" Y la mujer dice, "Bueno, nunca pensé que llegáramos a esto. Soy de la denominación bautista".

Bueno, hoy voy a hablarles sobre nuestra denominación religiosa, el Unitarismo Universalista. Ahora, alguna gente se sorprende de escuchar que somos parte de una denominación. Piensan que estamos demasiado desorganizados para ser parte de una religión organizada. Bueno, somos muy diferentes de muchas otras iglesias —por ello nos llamamos a nosotros mismos una denominación fuera de lo común. Pero no somos una sola congregación —hay más de mil iglesias UU en los EUA.

Así que, ¿qué tenemos en común —y qué nos hace estar por fuera del común?


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Bueno, pues hay una cosa principal, que no tenemos una teología común. No todos estamos de acuerdo sobre lo que es Dios (o incluso sobre si existe un 'Dios'); no todos creemos las mismas cosas sobre la vida después de la muerte; no todos seguimos al mismo profeta o maestro: algunos de nosotros somos UU budistas; algunos somos UU cristianos; algunos somos UU judíos, o UU taoistas o humanistas. Esto nos hace estar por fuera del común.

Lo que compartimos es un compromiso con ciertos principios éticos —como los que recitamos en nuestro pacto: afirmar la valía y dignidad inherente a cada persona, amar a tu vecino, trabajar por un mundo más justo, cuidar de nuestro planeta.

Estamos por fuera del común, en cuanto a que no tenemos un credo compartido. Tenemos en común nuestro compromiso de amar. O, como escuché a un UU cristiano expresarlo una vez, "Esta es la única religión en la que puedo cambiar mi teología sin que tenga que cambiar de iglesia". Por ello es que asistir a una iglesia UU es como ir a un servicio interreligioso cada domingo [sábados en la LCUM]. Y también sorprende a algunos que permanezcamos juntos sin creer las mismas cosas —lo que para nosotros resulta interesante y motivador.

Somos más como la música de jazz, que alguien describió una vez como 'caos controlado'. Cada persona canta su propia canción —pero, de alguna manera, suenan bastante bien cuando las oyes todas juntas. Así es una iglesia UU.



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Otra cosa que nos hace una denominación fuera de lo común es que no somos muy quisquillosos sobre las creencias de las personas que entran aquí (quiero decir, ¡Miren a su alrededor! ¡Esto no es ser puntillosos!).

Recientemente encontré algo de la poetisa Naomi Shihab Nye (1952-). Es sobre una costumbre árabe, y va así:

Los árabes acostumbraban decir,
cuando un extraño aparece a tu puerta,
aliméntalo tres días antes de preguntarle quién es,
de dónde viene,
a dónde se dirige. De esa forma,
tendrá la fuerza suficiente para contestar.
O para entonces
serán tan buenos amigos que ya no te importará.

Así es más o menos como nos sentimos sobre los visitantes —no necesitamos conocer tu teología o tu estilo de vida o cuántas veces has nacido. Nos da gusto recibirte en tu jornada. Y si, luego de un tiempo, quieres decirnos a dónde te diriges, o dónde has estado, estaremos complacidos de escucharlo. Y si no, seremos ya tan buenos amigos que no nos importará.



No sé cuántos de ustedes vean el programa de Los Simpson en TV (o cuántos admitan verlo), pero tienen un episodio en el que los niños Flanders [evangélicos fundamentalistas] juegan con Bart Simpson un videojuego llamado el “Demoledor Bíblico de Billy Graham (1918-)" [en referencia al famoso telepredicador evangélico fundamentalista, N del T]. El objetivo del juego es dispararle a la gente con Biblias y así salvarlos al convertirlos en cristianos. Así que Bart, uno de los chicos, le dispara a un infiel con una Biblia y dice, "¡Le di! y uno de los niños Flanders le dice, "No, solo lo rozaste. Ahora es un unitario".

Bueno, hay lugar para toda clase de teologías aquí —y eso nos hace estar algo fuera del común de las denominaciones.

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Otra forma en la que somos diferentes de algunas otras religiones es que no nos esforzamos muy duro en que la gente se una a nosotros. Y esto es parcialmente debido a que no tenemos un monopolio sobre la verdad. Pensamos que la verdad puede encontrarse en muchos lugares y que no hay un solo camino para todo el mundo. Ni siquiera nuestro camino.

También, algunos de nosotros tenemos la experiencia de una amistad o un familiar que intentó convertirnos, y nos desagradó tanto que nunca querríamos inflingirle esta incomodidad a nadie más. ¿Sabes?, tan pocos de nosotros invitamos a nuestras amistades a la iglesia, que si consideramos a toda la población de UU, ¡Resulta que el UU promedio invita a una amistad a la iglesia una vez cada 70 años! Ese es el promedio.

Así que si cualquiera de ustedes está hoy aquí porque una amistad los trajo, sépanse que son muy especiales. Y que probablemente no volverá a suceder.

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La última cosa que nos hace estar fuera del común de las denominaciones es que no pensamos que tú necesites a nuestra religión para ser salvo, realizado o santo. Pensamos que puedes ser todas esas cosas sin nosotros. Desde luego, una iglesia como la nuestra puede ayudarte, pero no es ni necesaria, ni suficiente. Así que si has venido aquí con la idea de que te diríamos que nos necesitas, no te diremos eso.

Menciono esto porque, ocasionalmente, encuentro personas que dicen, "Ustedes los Unitarios Universalistas me parecen un grupo fenomenal, y si alguna vez me uniera a una iglesia, muy probablemente sería con los Unitarios. Pero, mira, no necesito una religión. Puedo ser espiritual por mí mismo".

Bien, como diría Bart Simpson: ¡Caramba viejo! Por supuesto que no necesitas de una religión. Y desde luego que puedes encontrar la santidad en una cascada, o en un campo de golf. No necesitas una iglesia para ser espiritual (y, de hecho, yo diría: si buscas algo superfluo, es muy probable que no encuentres lo que buscas aquí).

La Revda. Suzanne Meyer, quien es ministra en la Primera Iglesia Unitaria en San Luis, escribe sobre esta actitud de consumidor en la religión. Ella dice, Algunas personas piensan que esta congregación es como McDonald's. Llegas en tu auto a la ventana y ordenas lo que necesitas. "Deme un poco de espiritualidad, acompañada con una ración de ética, un poco de palabras tranquilizadoras, y una plegaria pequeña ¡Y démelo rápido!" En verdad, [dice ella] una iglesia UU es como la cocina de mamá —si quieres algo, debes levantarte y preparártelo ... La pregunta práctica no es ¿qué puedo sacar yo de esto?, sino ¿qué puedo dar de mí? Las comunidades de fe no están para para servirnos, sino para enseñarnos cómo servir".

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Ahora, en este punto probablemente te estés diciendo a ti mismo: Si no necesito de los UU para ser salvo o santo, y ellos ni siquiera proclaman que posean la única verdad, ¿Por qué debería considerar unirme a ellos?

Debes considerar unirte a nosotros si entiendes que, pese a que puedes hacer muchas cosas por ti mismo, sin una organización que te respalde, hay algunas cosas que requieren de un grupo para ser logradas; y aunque hay muchos grupos que logran cosas buenas, hay algunas cosas que solo puede lograr un grupo que se llame a sí mismo religioso.

Permíteme contarte de una mujer UU de Nebraska, cuyo hijo es gay. Ella menciona un referéndum realizado en la Ciudad de Lincoln, Nebraska, en 1982 —un referéndum para una ordenanza local sobre derechos gay. Ella no era de Lincoln, sino de un pueblo cercano. Sin embargo, fue a Lincoln un día por un corte de pelo. Así lo relata: "Fui al salón de belleza —que era del estilo de "Magnolias de Acero"— y me estaban cortando el pelo, la gente ahí hablaba sobre el referéndum. No eran comentarios deliberadamente malintencionados, pero era claro que su visión del asunto era negativa, y yo estaba sentada allí simplemente ... Yo dije, "Bueno, supongo que les dará gusto saber que yo no votaré aquí, porque de hacerlo ciertamente votaría en favor del referéndum".

"Bueno, hubo una pequeña pausa —en realidad, tal vez fue una larga pausa— mientras asimilaban lo sucedido, "¿De verdad dijo eso?". Pero entonces la gente empezó, no toda, pero probablemente la peinadora fue la primera y dijo: "Bueno, tengo una prima que es lesbiana, y ella cuida a mis niños todo el tiempo, y ellos la aman" Y entonces otra gente comenzó a entrarle, y el tono total de la conversación cambió un poquito.

No hubo enfrentamiento —solo una conversación algo enfática, en realidad. Pero entendí que si solamente me hubiera quedado sentada y con la boca cerrada, probablemente nunca hubiera sucedido. Sin nadie que desafiara los prejuicios, podrían haber seguido como los únicos que se expresaran". [Eileen Durgin-Clinchard, en el número de julio/agosto de 1994, de la revista The World, pp. 25-26]

Ahora tenemos este ejemplo de una persona que hizo la diferencia —pero considera por un momento la diferencia que nuestra religión ha hecho sobre esta cuestión. Los Episcopalianos, como tú sabes, ahora luchan debido la ordenación de un obispo abiertamente gay y por la bendición de uniones del mismo sexo —pero ellos hacen esto, al menos parcialmente, debido que nosotros los Unitarios Universalistas abrimos la brecha. Mira, una cosa es que un individuo hable a favor de la gente gay (y esta es una cosa buena); pero es otra cosa cuando un grupo u organización habla a favor de la gente gay —un grupo es más difícil de ignorar que una persona. Pero un grupo religioso es todavía más difícil de ignorar. Porque entonces las otras religiones tienen que empezar a pensar también al respecto.



¿Sabes?, cuando tuvimos el servicio en memoria de la doctora Laurel Clark (1961-2003), integrante de esta congregación, el año pasado [que iba como especialista de misión en el fallido vuelo STS-107 del transbordador espacial Columbia el 2 de enero de 2003, N del T], el pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana que está enfrente de la nuestra —Randy Bush— habló aquí y mencionó lo agradecido que estaba hacia nuestra iglesia. Él dijo, "Ustedes, los UU, hacen frente a las cuestiones que todos nosotros necesitamos enfrentar —pero lo hacen antes que el resto de nosotros llegue a ellas. Y nos animan a hacer las cosas que debemos hacer, así que les agradezco por ello".



¿Así que por qué unirse a una iglesia como esta? No porque nos necesites para ser espiritual, sino porque el mundo nos necesita para —como lo expresó una vez el anterior presidente de la Asociación Unitaria Universalista"Enseñar el frágil arte de la hospitalidad, para reverenciar tanto a la mente crítica, como al corazón generoso; para demostrar que la diversidad no significa siempre divisionismo ..." ~Revdo. William F. Schulz

No somos los únicos que hacemos esto, desde luego, pero estamos entre quienes lo hacen; y nos encantaría que te nos unieras, si quieres ser parte de esta interesante y desafiante aventura.





2 comentarios:

Jorge L. Barrera dijo...

Eso me huele solo a ecuemnismo disfrazado.
Lastima!

Unitarius@gmail.com dijo...

Hola Jorge Luis

Pues qué puede hacer uno con los olores y otros presentimientos, a veces reveladores, a veces engañosos.

No. El ecumenismo es un movimiento que pretende destacar lo que de común habría sólo entre los cristianos. Y entre los unitarios la mayoría se consideran humanistas de diversas modalidades (la mayoría noteístas, pero algunos incluso teístas), y sólo menos del 15% se describen como cristianos. Cada ceremonia unitaria es como una celebración interreligiosa, no nos limitaríamos sólo al ecumenismo.

Los cristianos unitarios suelen decir que para ellos, es indispensable un marco de completa libertad, y una comunidad de discernimiento, para seguir a Jesús. Y eso es lo que encuentran entre nosotros.

Saludos fraternos,