miércoles, 30 de julio de 2008

[Opinión del pastor bautista vecino] First Thoughts: Sobre la tragedia en la Iglesia UU de Knoxvile

Por Bill Shiell, pastor principal de la Primera Iglesia Bautista de Knoxville, Tenesí, publicado en el blog del ministerio First Thoughts, el mismo día del atentado (27 de julio de 2008).

El último lugar en que cualquiera esperaría que un pistolero solitario destruyera las vidas de gente inocente era en la Iglesia Unitaria Universalista del Vale de Tenesí (TVUUC). El Revdo. Chris Buice ha sido una voz por la paz, la unidad y la armonía a través de su ministerio en el Este de Tenesí. Ha conducido movimientos de reconciliación, y nuestra Primera Iglesia Bautista de Knoxville ha seguido su liderazgo a través de las iniciativas de Fin a la Violencia en el Municipio de Knox.

Las fuerzas del mal son lo suficientemente azarosas como para seleccionar a la buena gente y a las buenas congregaciones concernidas con la paz para tratar de silenciar las voces de gente como Chris Buice y de la buena gente de la TVUUC. Pero hoy no es un día para estar callados. En vez de esto, es es un día para recordar que las fuerzas del mal no determinan nuestra perspectiva sobre el presente. La cruz determina nuestro presente, y a través del poder de la cruz, podemos que Dios ha intervenido ya en esta tragedia; y las fuerzas del mal han perdido otra vez.

Como crisitanos creemos que Dios intervino en la peor de las obscuridades del mundo. Incluso peor que las acciones de Jim Adkisson fue el atroz mundo del primer siglo cuando Dios vino a través de Jesús. En Romanos 8,26-29, Pablo nos recuerda que Dios comenzó el largo proceso de detener al mal en su tránsto a través del sufrimiento sobre la cruz. Dios entró al mundo a través de la muerte de Jesús para implicarse en el amor que conquista a todas las fuerzas de la obscuridad. A través de la cruz, Jesús sufrió con el dolor de este mundo que sigue hasta nuestros días.

Este no es un amor limitado al primer siglo; el amor de Dios sufre con nosotros hoy. El amor de Dius a través de la cruz nos muestra que Dios sufrió con las víctimas de esta terrible tragedia. A través del dolor de la cruz, Dios demostró que sufrió con Greg McKendry y Linda Kraeger cuando murieron.

Dios no sólo sufre con el mundo; sino a través de la cruz, Dios ha trabajado continuamente para redimir al mundo. Aún cuando Dios podría haber renunciado a este mundo, envió a Jesús a trabajar a nuestro lado para ayudar, dar esperanza y restauración en medio de la obscuridad. Hoy se sintió la presencia de Jesús. Cuando el mal interrumpió un musical infantil, tres personas saltaron sobre Jim Adkisson y evitaron que la violencia fuera a peor.

Imaginen cómo sería el mundo sin un lugar como la iglesia para orar. Imaginen un mundo sin una casa de oración para todas las naciones. Nuestro mayor testimonio será nuestro regreso a la iglesia la noche del miércoles y la mañana del sábado y que nos unamos en común como un pueblo de fe para decir que hemos escuchado las palabras de Jesús en medio de la tormenta:
"¡Silencio! ¡Quédate Quieto!" y no temamos.

Pues Dios sigue trabajando. Dios no necesariamente resolverá todo. Pero Dios trabaja con todas las cosas, incluso con las peores imaginables. Las fuerzas del mal no pueden las voces como las de Chris Buice y de su admirable congregación. Nuestras voces se hacen más fuertes en la medida en que nos implicamos como la sal, la luz y la paz en una tormenta difícil. Nuestras voces crecen al ofrecer oraciones por las familias McKendry, Kraeger y Adkisson. Nuestra unidad aumenta al orar por los niños que fueron testigos de esta tragedia, al consolar y orar por la sanación de las otras víctimas, al ofrecer consejería a los seres queridos y al mirar a esta iglesia a los ojos y decir,
"Trabajamos con ustedes y con Dios por el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito" La obra de Dios no es al azar. La obra de Dios tiene un propósito de amor que continúa triunfando sobre las peores fuerzas del mal.



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